Proyecto de inclusión por medio del ballet clásico conmemora diez años

18/09/2005 - 11h54

Thais Leitão
Reportera de la Agencia Brasil

Rio - El proyecto "Dançando para não Dançar" (bailando para mejorar la vida), que promueve la inclusión social e incentiva la participación cultural a través de la enseñanza de ballet clásico a 450 niños en 11 comunidades carentes de Rio de Janeiro, celebra dos victorias: diez años de fundación y el embarque, este lunes (19), para el exterior de la décima bailarina.

De esta vez, quien deja Brasil en búsqueda de sus nuevos sueños es Daiane da Silva, de 13 años. La chica, que es habitante de Rocinha, una de las mayores chabolas de Rio de Janeiro, viaja a Berlín, Alemania, para hacer un curso de especialización de cinco años en la Staatliche Ballettschule, escuela de danza del gobierno alemán.

Daiane entró en el proyecto en 2002, después de asistir a una presentación del ballet Cascanueces, en el Teatro Municipal de Rio de Janeiro. "Fue entonces que me apasioné por la danza", dijo ella. Hoy, después de tres años de dedicación, se siente lista. "La danza cambió mi vida, me dio más responsabilidad. Voy a extrañar a mi familia, pero quiero resolver mi vida. Primero voy a pensar en realizar mi sueño, después pienso en lo demás", afirmó.

El proyecto, patrocinado por la Petrobrás, con apoyo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), ya envió niños para países con tradición en ballet como Cuba, Austria y Alemania. Creado en 1995 por Thereza Aguilar, que fue bailarina del Ballet Nacional de Cuba, el proyecto tiene como objetivo beneficiar niños carentes, huérfanos de padre y madre. "Me quedaba impresionada con el Ballet de Cuba y cuando volví a Brasil pensé: necesito hacer algo por mi país también", subrayó.

Traducción: Alicia Rachaus