Daisy Nascimento
Reportera Agencia Brasil
Rio de Janeiro - La situación de la Policía Interprovincial de Rio de Janeiro, una comisaría que concentra presos del estado homónimo, refleja una realidad del sistema penitenciario nacional, dice el historiador e investigador de la ONG Justicia Global Marcelo Freixo, afirmando que la cárcel es un instrumento muy caro por lo que sólo se puede encarcelar a delincuentes realmente peligrosos para la sociedad.
Freixo representa una de las cuatro entidades que firmaron un informe con denuncias de que los presos de la comisaría son obligados a firmar una declaración de que asumen plena responsabilidad por su integridad física al optar por permanecer en una celda comandada por el grupo criminal "Comando Vermelho". El informe, enviado al centro de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas también revela las condiciones subhumanas y el tratamiento cruel al que son sometidos los reclusos.
Según Freixo, de 1995 a 2003 la población carcelaria brasileña creció el 93% contra un promedio internacional del 30%, lo que según él exige una discusión profunda de la aplicación de penas alternativas, que hoy representan el 10% de las penas aplicadas.
El historiador cita como ejemplos las experiencias de algunos países latinoamericanos y europeos y el trabajo hecho en São Paulo, estado que concentra el 40% de los presos brasileños, que consiste en la sigergia entre el gobierno y la comunidad, que ha logrado reducir el número de reincidencia criminal y los casos de violencia.
De acuerdo con el informe, las 21 celdas de la comisaría abrigan a 1.200 presos, es decir 60 presos en cada una, un caso extremadamente grave, considerándolo como un instrumento de pena de muerte social al no ofrecer ningún instrumento de reinserción social a los detenidos.
El informe lo produjeron las ONG Justicia Global, Tortura Nunca Más, Laboratorio de Analisis de Violencia de la Universidad de Rio de Janeiro y la Asociación por la Reforma Carcelaria de Rio de Janeiro.
Traducción : Jaime Valderrama