Juliana Andrade
Reportera de la Agencia Brasil

Brasilia – Las políticas públicas para la juventud tienen como meta el combate a la pobreza y al hambre, por regla general, todavía son poco eficientes para mejorar las condiciones de vida de los brasileños carentes entre 18 y 24 años. Según informe elaborado por más de 40 organizaciones no gubernamentales que desarrollan trabajo para los jóvenes.

El documento ya había sido encaminado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) y lo entregaron el viernes (12) por representantes de esas entidades al secretario Nacional de Juventud, Beto Cury. La representante del Grupo Interactuar Renata Florentino – una de las organizaciones que elaboraron el informe – dijo que dos tercios de los cerca de 34 millones de jóvenes brasileños viven en condiciones de pobreza. Para ella, esa parte de la población "viene siendo olvidada por programas de distribución de renta hace mucho tiempo".

El informe también subraya que uno de los puntos que deben ser fortalecidos en la Política Nacional de la Juventud es la sistematización de los programas en el área de combate al hambre. También destaca que "la reducción de la pobreza y del hambre no se resume a la distribución de dinero y de alimentos".

Según el documento, es necesario que esas acciones se complementen por otras iniciativas que traigan efectos a largo plazo, como educación de base, crédito encaminado al joven emprendedor, reforma agraria consistente e inclusión digital, "sobre todo en las periferias urbanas y rurales".

Traducción: Alicia Rachaus