Liésio Pereira
Reportero - Agencia Brasil
São Paulo - Patronos y empleados del sector textil del estado de São Paulo, que representa el 40% de la producción del país, formaron una comisión para negociar con el gobierno una adopción rápida de las salvaguardias contra la entrada, en Brasil, de los productos textiles y confecciones provenientes de China.
Según el presidente del Sindicato de los Textiles de São Paulo, Sérgio Marques, la intención no es que se cierren las fronteras para China, pero que haya una competencia leal. Él recordó que la idea de que los productos chinos son de calidad inferior no es más válida. "Sus productos son de tan buena calidad como los nuestros y el parque industrial chino fue uno de los que recibieron los mayores recursos últimamente en el mundo", dijo. Él subrayó, sin embargo, que según informaciones, ese avance en el sector textil chino fue a costa de los trabajadores.
Otra reivindicación de los trabajadores, según Marques, es que los productos importados tengan especificaciones más detalladas en su etiqueta, "como se elaboró ese producto, como fue hecho en China, se tuvo incentivo del gobierno, se hubo la explotación de trabajadores".
El presidente del Sindicato de la Industria Textil del Estado de São Paulo (Sinditêxtil-SP), Rafael Cervone, criticó el atraso del gobierno brasileño en la adopción de las salvaguardias, y comentó que países como Estados Unidos las adoptaron rápidamente. "No hay motivo para un retraso en la reglamentación de las salvaguardias, una vez que China se sometió, claramente, cuando entró en la OMC, a eventuales salvaguardias si algún sector se sintiese perjudicado", observó.
Traducción: Andréa Alves