Keite Camacho
Reportera de la Agencia Brasil

Brasilia – Con una facturación anual de US$ 13.700 millones (R$ 32.000 millones), el sistema de franquicias representa hoy el 1,7% de la suma de todas las riquezas de Brasil, el llamado Producto Interno Bruto (PIB). Y el sector todavía crece: tuvo expansión del 9% el año pasado y, para este año, se proyecta un crecimiento del 10%. Los números son de la Asociación Brasileña de Franchising (ABF).

Al revés de lo que se piensa, el 90% de las franquicias son nacionales. Generan, un promedio, de 30 mil empleos directos por año y son por lo menos 804 redes menos operando en el país, con 59 mil puestos de venta o de servicio.

Mundialmente, Brasil ocupa el sexto lugar en ese mercado. Atrás de Estados Unidos, Japón, China, Filipinas y Canadá. Para Ricardo Toledo de Camargo, director ejecutivo de la ABF, este es un mercado ventajoso y más seguro que el de emprendedor individual. "Naturalmente, que la inversión en la franquicia es mucho más segura, en función de toda la estructuración que la empresa tiene que tener, de toda la asesoría que tiene que prestar", afirma. El promedio de retorno de la inversión es de dos a tres años.

Un nuevo proyecto de Ley de Franquicias que será encaminado a la Casa Civil, tiene el objetivo principal de ofrecer mayor seguridad, en la visión de Patrícia Mayana, consultora de la Unidad de Acceso a Mercados del Sebrae Nacional.

Traducción: Alicia Rachaus