Gabriela Guerreiro
Reportera de la Agencia Brasil
Brasilia - Después de homologar la reserva indígena Raposa Sierra del Sol, en Roraima, el pasado viernes (15), el desafío del gobierno federal es ofrecer beneficios que garanticen sustentabilidad a los indios que viven en la región. En la evaluación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el rescate de la deuda con los indígenas va más allá de la homologación definitiva de las tierras. "No es suficiente demarcar el área, no es suficiente homologarla. Una vez homologada, una vez demarcada, uno tiene que dar acceso a beneficios que todo el ser humano tiene que tener, acceso al trabajo, al conocimiento, a la salud, a la alimentación, a la educación. Son cosas que tenemos que hacer", subrayó este lunes (18) en su programa radiofónico quincenal, Desayuno con el Presidente.
Lula afirmó también que el gobierno federal está tratando de garantizar esos beneficios a la población brasileña, pero admitió que el ritmo de implementación de las medidas a veces es más lento que su propia voluntad. Según el presidente, Brasil tiene deudas "seculares" con los pobres, indios, nordestinos y sin tierra. Y como son deudas históricas, él afirmó que no es posible "pagarlas de una sola vez".
En la opinión del presidente, la homologación de la reserva Raposa Sierra del Sol es un marco para la historia brasileña, una vez que la polémica relativa a la posesión de los indios sobre las tierras de la reserva lleva más de 20 años.
El presidente adelantó que el gobierno federal va a continuar con el proceso de demarcación de otras tierras indígenas en el país. "Vamos a continuar demarcando otras tierras, porque tenemos que pagar la deuda que tenemos con los indios", dijo.
Traducción: Alicia Rachaus