Edla Lula
Reportera Agencia Brasil

Brasilia - Vispera de decidir un nuevo acuerdo con Brasil, el Fondo Monetario Internacional (FMI)calificó como ejemplar la política fiscal brasileña de los últimos años. En el documento Estabilización y reforma en América Latina: una perspectiva macroeconómica sobre la experiencia desde los años 90, divulgado esta semana en Washington, la institución dice que la política de ajuste fiscal aplicada en Brasil sirve de modelo a la región.

El texto cita las reformas constitucionales y la Ley de Responsabilidad Fiscal, aprobada en 2000, como ejemplo, añadiendo que la serie de reformas brasileñas aceleró la transparencia fiscal.

Es en ese ambiente que el secretario del Tesoro Nacional, Joaqui, Levy, habla en Washington con técnicos del FMI sobre el relacionamiento del país con el organismo a partir de marzo, cuando expira el actual acuerdo. Este jueves, el ministro de Hacienda, Antonio Palocci, volvió a decir que Brasil no necesita un nuevo acuerdo y que el objetivo es el de no sacar los recursos.

Pero el país pretente utilizar la fuerza que adquirió por haber cumplido las metas, conforme consta en el documento del FMI, para aprobar proposiciones que el gobierno apoya desde 2003. Levy defiende en Washington la creación de un fondo de emergencia que los países puedan usar en casos de choques externos.

También está en estudio el proyecto para la retirada de lo dirigido a proyectos de infraestructura de la cuenta gastos en el cálculo del superávit primario, con lo que el gobierno tendría más espacio para invertir en obras de saneamiento y carreteras, por ejemplo.

El acuerdo que termina en marzo es fruto de la renovación de otro, firmado en 2002, durante la transición política, cuando el país sufría una crisis de confianza externa que llevó el riesgo país a 2000 puntos. Los candidatos a la presidencia tuvieron que firmar un documento en el que se comprometían a cumplir los contratos, y el préstamo liberado en septiembre de ese año fue de US$ 30 mil millones de dólares.

En 2003, con el Ministerio de Hacienda bajo el comando de Antonio Palocci, el gobierno brasileño y el FMI firmaron un nuevo acuerdo, de esta vez por US$ 14.800 millones, siendo 6.600 millones de cuenta nueva y 8.200 millones del acuerdo anterior.

Desde que la renovación del acuerdo fue anunciada en septiembre de 2003, Palocci anunció que el gobierno sólo sacaría los recursos en caso de crisis económica. Como la economía dio un salto del 5% en 2004, logrando equilibrio, el país cumplio el compromiso y no sacó nada del dinero liberado.

Traducción : Jaime Valderrama