Río - Cerca de 4 millones de adultos brasileños son considerados desnutridos. Pero ellos representan sólo el 4% de la población, tasa considerada aceptable por la Organización Mundial de Salud (OMS) y por la Organización de las Naciones para Alimentación y Agricultura (FAO).
Los modelos internacionales establecidos, consideran como baja la desnutrición entre el 5% y 10% de la población con déficit de peso; moderada entre el 10% y 20%; alta entre el 20% y 30%; y muy alta, superior al 30%, como es el caso de Etiopia (40%) y de India (50%). La segunda etapa de la Encuesta de Presupuestos Familiares 2002-2003 (POF), divulgada el jueves por el instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), revela que el contingente de la población que no tiene acceso a alimentos está restricto a la región rural del Nordeste brasileño.
"En las regiones Sureste, Sur y Centrooeste, prácticamente, no hay personas delgadas por falta de alimento, mientras, en el semiárido nordestino hay evidencias de que una parte de la población adulta pasa hambre. Por eso, es en esa región que el gobierno tiene que centrar los programas contra el hambre", dijo el profesor del Departamento de Nutrición de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (USP), Carlos Augusto Monteiro.
El estudio muestra que en las grandes ciudades el déficit de peso afecta las mujeres con hasta 35 años de edad, debido a las dietas, y hombres con más de 74 años, que adelgazan a veces porque se enferman.
Agencia Brasil
Reportera: Cristiane Ribeiro
Traductora: Alicia Rachaus
17/12/2004