Brasilia - La creación de dos reservas extractivistas en el estado de Pará acabó con conflictos por tierra, además de haber asegurado la protección del medio ambiente y la supervivencia de las familias de la región.
En las reservas extractivistas Riozinho do Anfrisio, en Altamira, y Verde Para Sempre, en Porto de Moz, las familias viven de la pesca, extracción de caucho, castaña, bálsamo de copaiba y otros aceites medicinales que ellos no venden, sino que cambian por alimentos como azúcar, aceite comestible y arroz.
El extractivista Raimundo Delmiro cuenta que tras la creación de la Reserva Riozinho do Anfrisio, los invasores de la región están saliendo, con lo que ahora ellos pueden vivir en paz.
El secretario de Biodiversidad y Florestas del Ministerio de Medio Ambiente, João Paulo Capobiando, dice que la creación de las reservas aseguró la preservación de dos millones de hectáreas de la región Amazónica, lo que representa protección a la biodiversidad, a la diversidad cultural, y asegura el futuro de esas poblaciones tradicionales que viven del extractivismo, añadiendo que las reservas en cuestión fueron creadas en una área de grave conflicto agrario, donde la población local era víctima de pistoleros e invasores que intentaban expulsarlos para ocupar la región ilegalmente.
Las reservas extractivistas son unidades de conservación utilizadas por poblaciones tradicionales que viven del extractivismo, agricultura, de subsistencia y cria de pequeños animales, asegurando el uso racional de los recursos naturales.
Agencia Brasil
Reportera: Rosamelia de Abreu
Traductor: Jaime Valderrama
25/11/2004