São Paulo - Brasil ocupa el 39º lugar en competitividad mundial, de acuerdo con el Indicador de Competitividad de la Federación de las Industrias del Estado de São Paulo. El estudio reune 83 variables de 43 países y se propone identificar las principales restricciones al crecimiento de la competitividad brasileña, además de evaluar el esfuerzo para el crecimiento y la sostenibilidad de la competitividad en relación a los otros países. Según el informe, el principal factor de atraso en la competitividad es el alto costo de la captación de dinero en los bancos.
De acuerdo con estudio de la Federación, en 1997 Brasil ocupó el 37º lugar, habiendo pasado para el 36º al año siguiente, y para el 40º en 2001. El estudio indica además que en el periodo analizado, el país pasó por un fuerte ajuste interno y externo con medidas que dificultaron la actividad económica, limitando el crecimiento nacional y consecuentemente inhibiendo la competitividad.
Según el gerente de Proyectos de Competitividad y Tecnología de la Federación de São Paulo, Renato Corona Fernandes, las medidas que más impideron el crecimiento de la competitividad brasileña fueron la devaluación y la inestabilidad del cambio, la promoción del superávit para honrar los compromisos externos, aumentando la tasa de interés, el ajuste fiscal, reducción de gastos y principalmente el aumento de impuestos.
Fernandes explicó que Brasil posee restricciones específicas para el aumento de la competitividad, como capital, tecnología, y economía doméstica. En la parte de capital, Brasil presente un "spread" bancario del 37,94%. En 2002, ese índice era del 43.5%, y a ese ritmo el país llevará 31 años para llegar al promedio de los países, que es del 5,5% al año.
La encuesta indica que la tasa de interés en 2002 era del 63% al año, habiendo pasado para el 54% en 2004, contra un promedio del 8,3% en los otros países analizados. El crédito al sector privado fue del 27% del PIB en 2002. En julio de 2004, ese índice fue del 25% del PIB, y para llegar al promedio de los países analizados, 85,6% en 20 años, la tasa debe subir el 6,9% al año.
La carga tributaria en 2002 era del 34,4% del PIB, en el primer semestre de 2004 llegó al 38,11%, una carga semejante a la de los países desarrollados, pero la calidad y amplitud de los servicios es menor, y en países de renta per cápita similar a la de Brasil, la carga tributaria es del 20% del PIB.
Agencia Brasil
Reportera Flavia Albuquerque
Traductor: Jaime Valderrama
13/10/2004
