Brasília – Según el censo demográfico brasileño de 2000, publicado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), habían 169,8 millones de millones de brasileños que ocupaban un territorio de 8,5 millones de kilómetros cuadrados, lo que da una media de 19,9 habitantes por km cuadrado - una densidad poblacional baja según criterios internacionales.

Somos el 5º país más poblado del mundo, pero, en nuestra densidad poblacional, ocupamos el lugar 153 entre las naciones, lo que muestra que hay 152 países con más gente concentrada por kilómetro cuadrado que aquí.

Los técnicos del Instituto de Análisis Económico Aplicado (Ipea) realizaron, en 1999, un estudio sobre los flujos de migración de la población que abandonaba las áreas rurales y se iba hacia las ciudades. El estudio abarcó el período que va desde 1950 a 1995. En 1950, de 52 millones de brasileños, 18 millones habitaban en las ciudades (36%) y 34 millones habitaban en la zona rural (64%).

En los últimos 50 años, esa distribución cambió rápidamente y llegamos a 2000 con sólo el 18,7% de la población viviendo en la zona rural contra el 81,3% de la población ocupando las áreas urbanas. En São Paulo, por ejemplo, la densidad demográfica poblacional alcanzó la marca de 7.010 personas por kilómetro cuadrado, en 2000.

Entre 1950 y 1980 fueron las regiones sureste y sur que enviaron el mayor número de inmigrantes para las áreas urbanas, ya en las dos últimas décadas es del nordeste que salen los mayores contingentes poblacionales. También en ese periodo, áreas de expansión de frontera agrícola como las regiones centrooeste y norte pasaron a ser expulsoras de población rural, analizan los técnicos en su estudio.

El trabajo presenta todavía un conjunto de estimativas de saldos y tasas netas de migraciones rural-urbanas por sexo y grupos quinquenales de edad para Brasil como un todo y las cinco regiones para las décadas del 50,60,70,80 y el primer quinquenio de los años 90. Estas estimativas fueron base para que se analizara el papel desempeñado por las varias regiones brasileñas a cada década en el proceso de desruralización de la población brasileña.

En los flujos de origen rural predominaron las mujeres. Una consecuencia del fenómeno es una creciente masculinización del medio rural brasileño, concluyó el estudio del Ipea.

Agencia Brasil
Reportero: Daniel Dutra
Traductora: Alicia Rachaus