São Paulo - La participación femenina en el mundo del trabajo está marcada por salarios muy inferiores a los de los hombres en iguales funciones y por mayores dificultades en hacer carrera. Ellas son ls primeras a ser despedidas en momentos de crisis y tienen mayores dificultades de recolocación, indica la publicación El Compromiso de las Empresas con la Valorización de la Mujer, lanzada el miércoles pasado por el Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social.
Las mujeres representan casi la mitad de la Población Económicamente Activa brasileña y de ellas, el 38% están desempleadas, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) de abril del presente año, además de que las mujeres trabajan en condiciones más precarias que los hombres.
Para Luci Ayala, redactora del manual, es en el mundo laboral que las desventajas en relación a las mujeres son más evidentes, y los indicadores para eso son muchos: en general las mujeres ganan menos que los hombres en cargos iguales, ellas tienen carreras más lentas, el ritmo de promoción no es el mimso dentro de la empresa y las mujeres tienen menor acceso a los cargos directivos.
Mujeres blancas ganan en promedio el 20,5% que los hombres blancos, mientras que las negras reciben el 19,4% que los negros y el 61,2% que los blancos, según la Encuesta Mensual de Empleo y Desempleo del IBGE de junio de 2004, que además evidencia la situación de la mujer dentro de las organizaciones.
Luci cree que la pequeña participación de las mujeres en cargos directivos también es una forma de constatar la desigualdad de sexo, y según ella, la encuesta Perfil Social, Racial y de Sexo de las 500 Mayores Empresas de Brasil y Sus Acciones Afirmativas, del Instituto Ethos en 2003, muestra que el 58% de las empresas entrevistadas no tiene ninguna mujer en la dirección, y que de los cargos ejecutivos de esas empresas, sólo el 9% lo ocupan mujeres, aunque ellas representen el 35% del cuadro de empleados. Sólo el 0,1% de esos cargos los ocupan mujeres negras y sólo el 3% de las empresas entrevistadas tiene políticas de igualdad de sexo.
Las mujeres también son mayoría entre los que reciben menores salarios. Mientras mayor el salario, menor la participación femenina, explica Luci. Según ella, las mujeres representan el 25% de los salarios superiores a 30 mínimos y ello no puede atribuirse a la instrucción. En educación, desde el punto de vista formal, las mujeres tienen igual acceso a la enseñanza que los hombres en Brasil y un desempeño escolar mejor y más años de estudio en promedio que los hombres, principalmente en la instrucción superior.
Agencia Brasil
Reportera: Fabiana Uchinaka
Traductor: Jaime Valderrama
6/9/2004
