Río - La Secretaría Especial de Acuicultura y Pesca ya tiene disponible en el presupuesto de 2004, US$ 7,45 millones (R$ 22 millones) para la construcción de cinco terminales pesqueros que el gobierno brasileño quiere instalar en varias regiones consideradas prioritarias. El programa, que tiene el objetivo de mejorar el flujo, almacenamiento y comercialización del pescado, debe contar con la liberación de US$ 87 millones del Banco Mundial.
Uno de los terminales será construido en un área de 51 mil metros cuadrados de zona portuaria de Río. La expectativa es de que Brasil aumente, a medio plazo, la demanda mundial de pescado en más de 60 millones de toneladas. La información fue dada por Olavo Brandão, uno de los representantes de la secretaría, en Río, durante seminario en el Centro de Tecnología de la UFRJ, que discute medidas que solucionen el problema del sector.
La falta de terminales exclusivos para el sector es uno de los factores que impiden el aumento de la producción y del consumo de pescado, detectados por la Secretaría. Brasil presenta hoy uno de los menores índices de consumo de pescado del mundo: cerca de seis kilos anuales por persona, mientras la media anual es de 14 kilos. El país tiene una costa de 8,5 mil kilómetros, el 12% de agua dulce del planeta y cerca de 5 millones de hectáreas de tierras inundadas por hidroeléctricas.
El bajo consumo, de acuerdo con Brandão, lleva el país a tener una participación de sólo el 1,5% en el Producto Interno Bruto Mundial, "considerado bajo", subrayó.
En septiembre, el gobierno quiere hacer una campaña de incentivo al consumo de pescado. Hasta fin de año, el gobierno va a instalar 33 fábricas de hielo para atender asociaciones de pescadores y acuicultores. Cuatro de esas fábricas serán en Río de Janeiro.
Agência Brasil
Reportera: Daisy Nascimento
Traductora: Alicia Rachaus
26/08/2004