Brasília - Creado en octubre de 1997, el Programa Pintando la Libertad, del Ministerio del Deporte, trae nueva esperanza y nueva oportunidad para personas que cumplen penas en las penitenciarias brasileñas. La idea es resocializar a los presos con la producción de productos deportivos, como pelotas, uniformes, gorras y abrigos.
El pasado lunes, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el ministro del Deporte, Agnelo Queiroz, inauguraron la ampliación de la Hacienda Menor, una de las 62 haciendas del programa en el estado de Bahía. Según el ministro, en los próximos seis meses, 220 mil piezas, entre remeras, pantalones cortos y abrigos serán fabricados en la Hacienda.
En todo el país, 12,7 mil presos participan del programa. Ellos reciben dinero para ayudar a sus familiares o lo ahorran y por ese trabajo tienen reducida la pena en un día para cada tres de trabajo.
El material producido es utilizado en proyectos sociales del gobierno federal, como el Programa Segundo Tiempo, también del Ministerio del Deporte, que promueve la inclusión social de estudiantes de las enseñanzas primaria y secundaria en áreas de riesgo social, a través del deporte en horarios contrarios al que estudian. Esa sociedad ayuda también a mejorar la carencia de material deportivo en las escuelas públicas.
El 1º de este mes, 850 pelotas y 20 banderas oficiales de Brasil fueron enviadas a Haití, utilizadas por la Fuerza de Paz brasileña que está en el país. Varios proyectos fueron implementados con niños de calle, entre ellos la práctica del deporte. "Es una forma de tranquilizar a la población", afirma el coordinador del Pintando la Libertad, Gerencio Nelcyr do Bem. En abril, 890 pelotas fueron enviadas a Haití.
Agência Brasil
Reportera: Alessandra Bastos
Traductora: Alicia Rachaus
11/08/2004