Brasília,16/7/2004 (Agencia Brasil) - La pobreza es joven, femenina y tiene poca instrucción. En ese contexto, las mujeres también son mayoría en la pobreza, el 52% contra el 48% de hombres. Crece a cada año, el número de mujeres consideradas referencia en la familia. Según datos del Programa Hambre Cero, ya hay un 30% de mujeres en esa condición.

La Secretaria Especial de Políticas para Mujeres, Nilcéa Freire, explica que a lo largo de la historia las mujeres fueron acumulando el legado del prejuicio y discriminación de la sociedad. Muchas mujeres no tuvieron o no tienen oportunidades, de ocupar posiciones dignas en el mundo laboral.

Por otro lado, añade la secretaria, cuando se asocian algunas variables, como ser mujer y negra, eso significa ocupar la base de la pirámide social. Son las que más sufren los fenómenos de empobrecimiento de la población.

La secretaria explica que para que se enfrente el desafío de combatir las desigualdades de género y de raza, no es suficiente tener políticas generales y universales - crecimiento económico con generación de empleo y renta. "Es necesario que dentro de esas políticas se trabajen las diferencias para que se trabaje la igualdad. Hoy, no podemos imaginar un país que se desarrolla desde el punto de vista económico de manera sostenible sin que se incluya el talento, la fuerza y la determinación del 52% de la población, que somos nosotras las mujeres", agregó.

Traductora: Alicia Rachaus