Brasilia, 15/7/2004 (Agencia Brasil - ABr) - "A pesar de mala formación, se trata de un ser humano. Entendemos que el feto anencefálico no tiene condiciones de sobrevivir fuera del útero materno, pero es un ser vivo", dijo Don Odilo Sherer, secretario general de la Confederación Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), que participó anoche del programa "Diálogo Brasil", de la TV Nacional, en los estudios de la TV Cultura, en São Paulo. Don Odilio agregó que la vida debe respetarse mientras es vida. "La cuestión de la vida o de la muerte debe tomar su curso natural".

Durante la discusión sobre la decisión del Superior Tribunal Federal en permitir la interrupción del embarazo en esos casos, el presidente de la Unión de Juristas Católicos, Paulo Leão, siguió la línea de raciocinio de Don Odilo. "Como en otros casos de aborto, hay una vida humana que tenemos que respetarla, sin que se considere la posibilidad de duración mayor o menor de esa vida. La dignidad de la persona humana prescinde la duración de su vida", agregó.

El ginecólogo y diputado federal José Pinotti, que también participó del programa de la TV Nacional, informó que de cada mil partos, uno es anencefálico. Pero agregó que las estadísticas no son seguras, porque ocurren abortos durante el periodo del embarazo. La causa de la enfermedad, según él, está relacionada a la falta de ácido fólico, y ocurre en personas que sufren de desnutrición o no se alimentan adecuadamente.

Según Débora Diniz, Antropóloga, que también participó del programa, ninguna mujer de las que ella acompañó se arrepintió de haber interrumpido el embarazo en esos casos. "No tenemos anencéfalos entre nosotros. Llamar de niño a alguien que vive siete minutos es una tortura para las madres. Lo que esas mujeres necesitan es de apoyo emocional en ese momento", subrayó.

Traductora: Alicia Rachaus