Brasília,13/7/04 - Agência Brasil - El ministro de la Secretaría Especial de Derechos Humanos, Nilmario Miranda, dijo en la apertura del 1° Encuentro Nacional de Adolescentes, en Brasilia, que se ha conquistado mucho desde la creación del Estatuto del Menor, pero considera que la posición frente al adolescente infractor es la de mayor dificultad a implantar, porque la sociedad viene de una tradición represiva, lo que lleva a creer que encarcelando al individuo se resuelve el problema.

El estatuto, que cumple 14 años, prevé que verificada la responsabilidad de infracción, la autoridad competente debe aplicar las siguientes medidas: advertencia, obligación de reparar el daño, prestar servicios a la comunidad, libertad asistida, inserción en régimen de semilibertad, o internación en establecimiento educacional.

Para el director de proyectos de ciudadanía y adolescencia del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y Juventud (Unicef), Nilson Alves, en vez de discutir el aumento de la mayoría penal o aumento de las penas, hay que aplicar medidas socioeducativas previstas en el Estatuto, lo que permite mejor recupaeración al joven infractor.

Uno de los redactores del encuentro, Edson Seda, dijo que las reglas establecidas en el estatuto se están aplicando progresivamente y destacó la importancia de que el ciudadano compreanda la necesidad de aplicar el documento, afirmando que a lo largo del siglo XXI los brasileños van a concienciarse leyendo las reglas de que los niños no pueden ser apaleados, los padres deben proteger a los hijos, las alcaldías y municipios deben ayudar a los padres, y que los niños deben frecuentar la escuela.

El encuentro ha avanzado en algunos aspectos, según Seda, quien recordó que antes de la implantación del estatuto el 30% de los niños no iba a la escuela, y hoy es sólo el 3%, y señaló que para que el estatuto sea más objetivo hay que repensar los servicios, tanto federales como provinciales y municipales, para abrir espacio a Organizaciones No Gubernamentales.

Unicef considera el estatuto como una de las más avanzadas legislaciones sobre derechos de menores en el mundo, pero destaca que él sólo se tornará realidad con la superación de las desigualdades y la oferta de oportunidades iguales para cada uno de los 61 millones de niños brasileños.

Reportera: Luciana Vasconcelos
Traductor: Jaime Valderrama