CNBB es contra aprobación de clonación terapéutica en el Senado

25/06/2004 - 17h32

Brasília, 28/6/2004 (Agencia Brasil) – La Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) presentó el viernes, una carta que será entregue los próximos días, a todos los senadores, reafirmando su posición contraria a la utilización de embriones humanos para la retirada de células tronco. De acuerdo con los científicos, en el cuerpo humano, esas células tienen capacidad de transformarse en distintos tipos de células y tejidos, reconstituyendo hasta músculos, como el cardíaco.

"No somos contra la ciencia, pero somos favorables a la vida. La unión del espermatozoide con el óvulo caracteriza el inicio de la vida, que no puede ser instrumentalizada", apoya el secretario general de la CNBB, Don Odilo Pedro Scherer. Según él, la carta preparada para los senadores fue discutida en tres reuniones con 41 representantes del episcopado brasileño. "Probablemente, los obispos entregarán la carta a cada uno de los senadores de sus propios estados".

Esa movilización ocurre en las vísperas de la posible votación, en el Senado Federal, de la Ley de Bioseguridad. Además de los transgénicos, ella trata de la clonación terapéutica, es decir, la producción de embriones para retirada de células tronco que puedan ayudar en el tratamiento de enfermedades degenerativas como el mal de Alzheimer.

"Pedimos a los parlamentarios que no se apuren en evaluar la cuestión. Los estudios no están tan adelantados para que se formulen leyes", cree el presidente de la CNBB, el cardenal Don Geraldo Majella Agnelo.

En la carta preparada para los senadores, los obispos apoyan el "uso responsable" de esas células. Ellos son favorables a la retirada de ese tipo de célula sólo del cordón umbilical, médula ósea u otras partes del cuerpo donde ellas se acumulan.

En el documento, la CNBB condena la exposición, en la prensa, de portadores de necesidades especiales para defender la biotecnología. Para la entidad, la terapia génica no puede ser vista como la única forma de sanar todos los males del mundo.

"La vida saludable no se reduce a genes, tampoco a los organismos, pero remite las relaciones sociales, económicas, políticas, afectivas y espirituales. Hay personas y grupos que se parecen más a vendedores de ilusión de vida fácil de lo que preocupados con la salud y vida de todos", subraya la carta.

Reportera: Juliana Cézar
Traductora: Alicia Rachaus