Brasília, 12/03/04 (Agência Brasil-ABr) - La constatación de la Organización Internacional del Trabajo, de que más de medio millón de niños y adolescentes brasileños trabajan como empleados domésticos moviliza a toda la sociedad, que está conciente de que su combate es una tarea difícil porque el problema se da dentro de las casas, escondido de las autoridades. El año pasado el Gobierno Federal retiró del trabajo a 240 mil niños, de los cuales 13 mil eran trabajadores domésticos. De acuerdo con la Secretaria Nacional de Asistencia Social del Ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre, Marcia Lopes, el mayor problema para las autoridades es el de identificar las residencias que usan mano de obra infantil, por lo que es necesario que la sociedad lo denuncie. (JV)