Brasília, 15/10/2003 (Agencia Brasil - ABr) - El Ejército brasileño informó, por medio de su Centro de Comunicación Social, que aún no alteró la rutina de vigilancia en la frontera con Bolivia, tampoco adoptó ninguna providencia adicional a causa de la crisis política y social que estalló en aquel país en las últimas semanas. Las protestas empezaron a casi un mes, cuando los bolivianos fueron a las calles pedir la renuncia del presidente Sánchez de Lozada. La creciente violencia preocupa el gobierno brasileño, que accionó el Ministerio de Relaciones Exteriores y el área de inteligencia para acompañar la situación.
Esa preocupación fue transmitida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva al presidente boliviano, por teléfono. Brasil tiene relaciones estratégicas con Bolivia, miembro asociado del Mercosur, con el cual el país tiene más de 700 kilómetros de frontera y un contrato de compra de gas natural.
El contrato obliga Brasil a comprar 30 millones de metros cúbicos de gas al día a lo largo de 20 años. Como el país ha consumido sólo la mitad de la cuota contractual, está pagando por lo que no consume. El gas llega a Brasil por un gasoducto que costó R$ 6.000 millones a los cofres públicos, ligando la ciudad boliviana de Río Grande a Porto Alegre, Río Grande del Sur.
Lo que la molesta a la población boliviana es un otro contrato, arreglado por el gobierno de Lozada, para exportar gas para los Estados Unidos. Bolivia, que es dueña de la segunda mayor reserva de gas natural de Latinoamérica, exportaría el producto por medio de un puerto de Chile. La población exige, que al revés de exportado, el gas sea usado para abastecer a cerca de 250 mil residencias sin acceso a combustible. Desde el comienzo de los conflictos, más de 50 personas ya murieron en el país.
Parlamentarios se preocupan
El ministerio de Minas y Energía y la Petrobras, en Brasilia, informaron que la decisión del gobierno de Bolivia de suspender la exportación de gas natural no afecta el fornecimiento a Brasil, porque eso sólo valdrá para los nuevos contratos. De los 29 millones de metros cúbicos de gas natural consumidos diariamente en Brasil, cerca de 15 millones de metros cúbicos son importados de Bolivia.
El en Congreso Nacional, la situación de incertidumbre en Bolivia, preocupa a los parlamentarios. La diputada Perpetua Almeida, dijo que el gobierno de Acre está discutiendo un proceso de negociación de varios productos con los gobiernos de algunos países de Latinoamérica. "Con Perú, las negociaciones están caminando, pero con Bolivia vamos a tener que suspender las conversaciones", afirmó.
Ella sugirió que el Frente Parlamentar Brasil-Bolivia hiciese una acción de solidaridad al pueblo boliviano y se reuniese para analizar, concretamente, hasta que punto Brasil puede afectarse a causa de la crisis. (AKR)