Nueva York - El presidente Luiz Inacio Lula da Silva apoyó en su discurso en la apertura de la 58ª Asamblea General de las Naciones Unidas el perfeccionamiento del sistema multilateral de la ONU para una necesaria convivencia democrática en el interior de las naciones. "Toda la nación comprometida con la democracia, en el plan interno, debe cuidar que, también en el plan externo, los procesos se decidan de forma transparente, legítima y representativa", dijo.
Según el presidente, las tragedias de Iraq y de Medio Oriente sólo encontrarán solución en un cuadro multilateral y, especialmente, con la ONU desempeñando un papel central. "No podemos huir de nuestras responsabilidades colectivas. Se puede vencer una guerra aisladamente. Pero no se puede construir la paz sin la ayuda de todos", subrayó.
Con relación a la disposición de adoptar formas más efectivas de combate al terrorismo, contra las armas de destrucción en masa, y el crimen organizado, el presidente brasileño afirmó que eso es importante, pero según él, la ONU no fue creada para remover escombros de los conflictos que ella no pudo evitar, por más importante que sea su trabajo humanitario. "Nuestra tarea central es preservar los pueblos de la guerra. No podemos confiar más en la acción militar que en las instituciones que creamos con la visión de la Historia y a la luz de la razón", dijo Lula.
Sobre la reforma de la ONU, el presidente dijo que "es necesario que el Consejo de Seguridad esté bien equipado para enfrentar la crisis. Eso exige que tenga instrumentos eficaces para actuar", agregó. El presidente Lula hizo un homenaje al embajador Sergio Vieira de Mello y a los demás representantes de la ONU que murieron en el atentado al edificio de las Naciones Unidas en Bagdad, el pasado mes. Él dijo que la mejor forma de homenajearlos es redoblar la defensa a la dignidad humana dondequiera que sea amenazada.
En otra parte del discurso, el presidente volvió a criticar los países ricos por las barreras impuestas por ellos a los países pobres. Con relación al hambre y a la miseria el dijo que "el hambre es una urgencia y debe ser tratada así. Vamos a actuar para acabar con el hambre. El verdadero camino para la paz es el combate sin tregua al hambre y a la miseria, en una campaña de solidaridad capaz de unir al planeta", destacó Lula.
El presidente terminó su discurso en el plenario de la ONU reforzando el mayor desafío de la humanidad, y al mismo tiempo el más bello, que es justamente el de humanizarse. "Es la hora de llamar la paz por su nombre propio: justicia social", concluyó. (AKR)