Brasília, 10/9/03 (Agência Brasil - ABr) - El presidente Luiz Inacio Lula da Silva dijo ayer que Brasil no había observado que las personas de baja renta pagan sus cuentas puntualmente porque el único patrimonio que tienen es su propio nombre, y que ello ocurría porque se desconfiaba del pueblo, que prestaba miles de millones a malos pagadores, con perjuicios de millones y no prestaba R$ 200 a las personas más pobres por pura desconfianza.
Según el presidente, la política de microcrédito propuesta por su gobierno permite el acceso de las personas de baja renta al crédito, lo que ayudará a crear un mercado de consumo de masa, fortalecerá la industria, la agricultura, y ayudará a promover el desarrollo sostenible, explicando que en la economía no existe panacea, sino el compromiso político de promover la justicia social, democratizando las oportunidades.
Lula participó en el Palacio del Planalto en la conmemoración de apertura de la cuenta número 500 mil de la "Caja Aquí", modalidad de cuenta simplificada destinada a la población de baja renta, cuyos clientes no necesitan comprobar renta ni dirección y pueden solicitar el crédito simplificado, de R$ 200, al interés del 2% al mes.
Para el presidente, el microcrédito es fundamental para la retomada de la ciudadanía de la población carente, recordando que para algunos la vida moderna es una mezcla de sueño y crédito, pero que para él, en todos los tiempos, siempre fue una mezcla de trabajo y esperanza, y que lo que está haciendo con el microcrédito es alimentar la llama de la esperanza para que ella ilumine un futuro mejor para todos.
Para los que creen que R$ 200 es poco, Lula dijo que la importancia del valor del crédito es proporcional a la importancia y al tamaño de las necesidades de las personas, que lo más importante es alejar a las personas de baja renta de las manos de agiotas, práctica muy común en el país.
Según el presidente, un país no puede tener ciudadanía por la mitad, y el pueblo no puede vivir dividido entre los que comen y los que pasan hambre, los que viven y los que se esconden, los que tienen cuenta en bancos, créditos, financiaciones, y los pobres, que aunque ganen algún dinero, necesitan guardarlo debajo del colchón porque ellos no interesan a ningún banco, lo que creó dos tipos de dinero, el del rico, protegido por el banco, rinde interés, sirve de fiador para lograr más recursos, créditos, financiaciones, y el del pobre, que no cuenta con nada de eso.
El presidente indicó la concentración de renta como la principal causa de falta de acceso de la población de baja renta a los bancos, expresó que si el 10% de la población detiene el 50% de la riqueza, los bancos se acomodan y prefieren concentrar la clientela en la parte más rica de la sociedad, lo que produce un circulo vicioso y que el efecto refuerza la causa.
Según Lula, la exclusión bancaria agrava la concentración de renta, por lo que resolvio hacer una revolución del microcrédito, para lo que la primera medida fue ampliar los recursos y el acceso de los pobres a la banca, habiendo destinado casi R$ 4 mil millones al crédito popular. (JV)
