Brasília, 15/8/2003 (Agencia Brasil - ABr) - Tras pasar los últimos meses recibiendio críticas de que las acciones del gobierno estaban volcadas solamente para la economía, dejando hacia un lado las políticas sociales, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva desahogó en un pronunciamiento transmitido por cadena nacional de radio y TV, ayer por la noche.

El presidente dijo que no hay ninguna magia que haga con que el país crezca y subrayó la importancia que tienen las medidas que controlan la inflación y bajan los intereses. "La retomada del crecimiento económico, el aumento de la producción industrial, el crecimiento de las ventas del comercio son fundamentales para la generación de empleos. Pero para que eso sucediera, y no hay otra forma, era necesario antes, vencer la inflación que disparaba el año pasado. Y eso nosotros ya lo hicimos. Después, era necesario que los intereses empezaran a bajar. Y eso ya está sucediendo", subrayó.

Lula pidió "un poco más de tiempo" a la población para que el gobierno pueda hacer las cosas bien hechas, o entonces "Brasil va a vivir eternamente improvisando, de sobresalto en sobresalto", subrayó.

En mi opinión, no existen planes económicos mágicos. "Durante un tiempo parece que todo se ha solucionado. Pero luego, después todo vuelve a caer. Y la clase media y el pueblo pobre, siempre, son víctimas de esas aventuras", dijo el presidente. Y fue enfático: "Vamos a solucionar nuestros problemas con tranquilidad y con seguridad", concluyó. (AKR)