Brasília, 4/8/2003 (Agencia Brasil - ABr) - Con 76 millones de afro descendientes, Brasil es la segunda nación negra del mundo, atrás sólo de Nigeria. Nuestra gastronomía, la religión y otras manifestaciones perpetúan los elementos culturales que vinieron con los negros esclavos durante la colonización europea. Sin embargo, las relaciones políticas y económicas entre Brasil y los países africanos no reflejan, hasta entonces, esa identidad. Como afirmó el embajador de Sudáfrica en Brasil, Mbuelo Rakwena, países en desarrollo mantienen, todavía, como prioridad, las relaciones con Estados Unidos y Europa. Y es con ese objetivo de alterar esa lógica que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva debe viajar a África aún este año.
El viaje con fecha para los próximos días 5 y 12, fue postergado, porque están en trámite en el Congreso las reformas. Esta semana, el proyecto de reforma de la Previsión, que está provocando conflictos entre gobierno y sociedad, entra en votación en el plenario. El presidente Lula prefirió participar personalmente de esa votación.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, ya está siendo discutido con los países que serán visitados una nueva fecha para el viaje, que podrá ser en noviembre. En su viaje, el presidente visitará a Mozambique, Sudáfrica, Namibia, San Tomé y Príncipe y Angola. Algunos de los principales intereses de Brasil son aumentar el flujo de negocios y compartir proyectos sociales con los países africanos. (AKR)