Brasília, 27/6/03 (Agência Brasil - ABr) - Cultivar legumbres y verduras sin abonos químicos o agrotóxicos dejó de ser una actividad familiar para transformarse en una opción económica y rentable, pero para ingresar a ese mercado el alimento debe contar con patrones internacionales de certificación.
Brasil se prepara para inserir sus productos en el mercado internacional, por lo que hoy la Comisión de Asuntos Sociales del Senado aprecia el Proyecto de Ley Complementaria que define el sistema orgánico de producción agopecuaria y dispone sobre la certificación de productos del género en el país. De acuerdo con el proyecto, el Ministerio de Agricultura debe preparar fiscales que inspeccionen la producción en propiedades agrícolas. Requisito básico para la certificación es el respeto al medio ambiente y la calidad de los alimentos producidos sin agrotóxicos.
Pequeños productores rurales miembros de asociaciones y movimientos sociales, responsables por más del 90% de la porduccón en cuestión plantan cerca de 30 variedades de productos orgánicos en casi 300 mil hectáreas, con destaque para la soja, hortalizas y café.
En la agricultura orgánica métodos naturales de cultivo y prevención a plagas sustituyen los artificios de las empresas que se valen de semillas híbridas, abonos químicos, agrotóxicos y aditivos para producir a gran escala. La producción es artesanal. Varios residuos se reintegran al suelo para que se descompongan y transformen en nutrientes para las plantas. Estiercol, restos de verduras, hojas y minerales de rocas, entre otros, fertilizan la labranzay dan origen a microorganismos que transforman la materia orgánica en alimentos para las plantas.
Los agricultores valorizan la rotación de cultivos y cultivos conjuntos para preservar la fertilidad del suelo y prevenir plagas. Las plantaciones orgánicas son intercaladas con vegetación nativa que sirve de refugio a destructores naturales que se alimentan de hongos, insectos y plagas.
El cultivo variado valoriza la diversidad de especies y las plantas compañeras, que se ayudan mutuamente. Así, especies que producen mucha sombra, como el tomate, se cultivan al lado de las que necesitan sombra, como el perejil. La lechuga se planta al lado de la cebolla, cuyo olor aleja a los insectos destructores de la lechuga. (JV)