Spensy Pimentel
Enviado especial

Porto Alegre – Los movimientos sociales de todo el mundo están dispuestos a ser "cómplices" de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la reanudada de la discusión mundial sobre la reforma agraria. Lo afirmaron el jueves (9), representantes de la organización del Foro Tierra, Territorio y Dignidad, evento paralelo a la 2ª Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, promovida por la FAO, en sociedad con el gobierno brasileño.

"Nosotros, movimientos, nos comprometemos a ser cómplices en esa relación con la FAO", dijo hoy Paul Nicholson, de la Vía Campesina Internacional. "Nuestro objetivo es que la reforma agraria sea cuestión imprescindible en cualquier negociación internacional."

La condición para ese apoyo, dijeron los activistas, es que la FAO "cumpla con su mandato" y trate de discutir el comercio agrícola y la alimentación. "No es la Organización Mundial de Comercio que debería negociar nuestros derechos humanos básicos", dice Nicholson, refiriéndose a los productos alimentarios. "Exigimos que los gobiernos y la FAO asuman esa responsabilidad."

Los movimientos sociales defienden la alimentación como parte de los derechos humanos básicos, dentro del concepto ampliado de soberanía alimentaria – que incluye el derecho de producir (y tener condiciones políticas y económicas para eso) su propio alimento. "La conferencia debe iniciar ese proceso", subrayó.

Traducción: Alicia Rachaus