André Deak
Reportero Agencia Brasil
Brasilia - Desde hace tiemo Sudamérica ha sido una área estratégica para Estados Unidos, lo que ha llevado a los estadounidenses a traer militares a la región, como la Doctrina Monroe, aprobada por el Congreso de ese país en 1823 para impedir la recolonización europea de América y que se transformó en el intervencionismo norteamericano en diversos países y prolongó la guerra fría cuando reutilizada por el presidente John F. Kennedy, en 1962 para justificar la lucha contra el comunismo en la región, específicamente contra Cuba.
Actualmente Estados Unidos no justifica su presencia militar en Sudamérica con la Doctrina Monroe, sino con la necesidad de combatir el narcotráfico. Un estudio militar brasileño ofrece datos sobre la localización de los militares estadounidenses en la región. El trabajo presentado en 2002 en la Escuela de Comando y Estado Mayor del Ejército en Rio de Janeiro cuestiona el cinturón de las fuerzas en torno a las fronteras brasileñas, particularmente en el área amazónica, cuyos fines serían otros no declarados.
El profesor jubilado de la Universidad de Brasilia, Luiz Alberto Moniz Bandeira, que hace más de 50 años estudia a Estados Unidos, ve con preocupación su presencia en la región, y explica que las bases permiten la manutención de altos presupuestos para el Pentágono, ya que a causa de la industria bélica, ellos necesitan gastar sus equipos militares para nuevos encargos, lo que se torna un círculo vicioso.
En octubre pasado, Uruguay y Brasil se manifestaron contra la posibilidad de construcción de una base estadounidense dentro del Mercosur, en Paraguay, acto negado por el gobierno paraguayo. La sospecha surgió de un acuerdo que el país firmó para que militares norteamericanos hiciesen entrenamientos conjuntos en la región de la Triple Frontera hasta 2006. Estados Unidos tiene acuerdos similares con otros países del continente, algunos vecinos de Brasil.
Traducción : Jaime Valderrama
